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“Mire, yo vivo en Europa y vivo en paz, y soy consciente de que eso es un lujo. Pero eso de la civilización occidental es el mayor ‘bluff’ que nos han contado. No hay civilización. Tú te vas a París, y todo es maravilloso, la ciudad de la luz, del amor, de la alegría. Vale. Pero si cortas la luz en toda la ciudad, y los supermercados y los hospitales se quedan a oscuras y sin funcionar, ya verás lo que tarda la gente en matarse entre sí. O sea, que si todo va bien no es porque la gente sea civilizada, sino sencillamente porque no tiene hambre”. (Marjane Satrapi; Rasht, Irán, 1969; ilustradora y realizadora de ‘Persépolis’, la película de animación que cautivó al Jurado del último festival de Cannes y que ha levantado las iras del régimen de Ahmadineyad - El País 26/10/07).
La semana nos ha dejado algunas pistas de lo cara que se ha puesto la Paz de la que nos habla Marjane. Así, la Paz en mayúsculas, entendida no sólo como la ausencia de guerras, sino como la celebración de una vida digna, en libertad, equidad y justicia, sin miedo, en un entorno habitable y sostenible. Esa Paz, en bolsa, cotizaría menos que las acciones de Vueling, pero tampoco se podría pagar aunque se tuvieran todos los euros y barriles de petróleo del mundo. Vamos, que no interesa. No Marjane, no es que los humanos tropecemos siempre con la misma piedra bélica por culpa de nuestra memoria, es que la guerra, los conflictos (sociales, ambientales, financieros), el miedo y el chantaje, son muy rentables. Lo ha vuelto a recordar Al Gore: con una semana de lo que se gasta el Pentágono en Irak se podría financiar una campaña global eficaz contra el cambio climático.
Pues mira, Marjane, en Barcelona ya se ha ido la luz, se hunden las vías de los trenes y se paga a 6.000 euros el metro cuadrado de piso nuevo o de segunda mano (da igual), cuando la mitad de los consumidores son ‘mileuristas´. Y aunque parezca increíble, seguimos resignados y no nos movilizaremos hasta que caiga la Sagrada Familia.
Para colmo de resignación --indignante y lamentable resignación—la escena de nuestra flamante ministra de Vivienda, Carme Chacón, impasible al lado del presidente del G-14, Fernando Martín, mientras este amenazaba con despidos de inmigrantes si nos negamos a seguir pagando los ladrillos a precio de oro: “En dos años, el precio de los pisos volverá a subir de forma vertiginosa por el estrangulamiento de la demanda si no se agilizan los plazos para tramitar los planes urbanísticos (…) Se calcula que por cada vivienda que se deja de construir, se pierden entre 2 y 2,4 puestos de trabajo. Los primeros que irán al paro serán los inmigrantes, lo que provocará importantes conflictos sociales” (sic, en El País 25/10/07). Y os preguntaréis qué es el G-14: pues no se trata de la ampliación del Grupo de los países más industrializados del mundo ni de los 14 clubes de fútbol más poderosos de Europa (aunque el imperio de los especuladores del ladrillo está muy vinculado al deporte “rey”); estamos hablando de las 13 constructoras más importantes de España y de la asociación de promotores madrileños. Por cierto, que Martín fue presidente del Real Madrid, sillón que pretendía también Juan Miguel Villar Mir, presidente de la constructora OHL, responsable de la chapuza –intencionada o no— que ha causado los 20 socavones en los túneles del futuro –y tan futuro-- tren de alta velocidad en su lento camino hacia Barcelona.
Recomiendo a Martín y a Villar Mir que se ofrezcan a Bush, Schwarzenegger y Barbara Streissand para reconstruir los miles de chalets de lujo que se están quemando en Malibú y San Diego. Si Dios que los creó no los junta, que lo haga el dólar y la especulación. (Ves Marjane, quizás sí tienes razón: un millón de evacuados en California y ningún disturbio. Será porque en Malibú no se pasa hambre. Fue muy diferente en Nueva Orleáns, donde la Casa Blanca abandonó literalmente a ciudadanos “de segunda” que no eran grandes contribuyentes de los republicanos… Me quedo con Sean Penn antes que con Arnold).
Todo esto y más mientras las Naciones Unidas celebraban el 62 aniversario de su Carta fundacional, el 24 de octubre de 1945. Siria ejecuta en la horca a dos delincuentes comunes y los deja colgando de la soga en pleno centro de la ciudad de Aleppo durante horas como escarmiento público; la misma ONU, junto con la Unión Africana, patrocina unas conversaciones de paz en Libia sobre el conflicto de Darfur (200.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados) boicoteadas por siete de las doce facciones sudanesas; mil expertos participan en un informe de 572 páginas (IV Informe mundial sobre el medio ambiente) en el que confirman que las especies se están extinguiendo 100 veces más rápido de lo previsto y que si no reducimos en un 50% los gases que producen el efecto invernadero antes de 2050 el cambio climático tendrá efectos irreversibles; los Príncipes de Holanda se tienen que querellar contra una “Asociación para la legalización de la pederastia” (sic) por colgar fotos de los herederos en su web; una ONG francesa es interceptada en el Chad por presunto tráfico de menores cuando fletaba un vuelo para 103 niños…
La última perla de la semana nos la ofrece La Reppublica, que se hace eco del proyecto de ley en Italia para poner bajo control periodístico y fiscal a todos los bloggers del país. ¡Si la moda se extiende yo invito al incendiario neocon en versión rojigualba Federico Jiménez Losantos y al demagogo Michael Moore para que sean los ‘padrinos’ fiscalizadores de nuestro blog!
(Foto: Con Lluís y dos estudiantes de arquitectura, en la plaza del Iman Jomeini de Ispahán, Irán, marzo de 2004)